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Haz bien sin mirar a quien

Hoy después de mi meditación me senté en mi escritorio y pensé: ¿cuál va a ser mi escritura del día? En ese momento, dejo que mi alma me hable y escucho este título, aunque suene muy repetitivo, cuanta verdad tiene esta frase. La vida es como un péndulo, lanzas el péndulo y regresa pero jamás nos percatamos con la fuerza que lo lanzamos y el mensaje que enviamos. Si nosotros fuéramos conscientes de que es lo que estamos lanzando al universo, los resultados serían más satisfactorios, el conocimiento es poder y tener conciencia de lo que estamos haciendo, nos hará más efectivos en nuestro accionar. 

Vamos por la vida sin un norte, decimos, pensamos y actuamos sin pensar si lo que vamos a pronunciar será algo bueno, que sume, no solo a mí sino a mi prójimo. Te voy a contar una parábola:

Un día un hombre que paseaba con su pequeño hijo decide entrar a una caverna muy grande y se dio cuenta que cuando hablaba generaba un eco impresionante debido al lugar donde se encontraban. Entonces, el papá tomó esta experiencia como una oportunidad para enseñarle a su hijo algo importante y le dijo lo siguiente “hijo mío, escucha bien”.

El papá comenzó a gritar: HORRIBLE, ESPANTOSO, HORROROSO. El eco le respondía lo mismo y el papá al ver la carita de miedo de su hijo lo tomó en sus brazos y le dijo “mijito, ahora escucha otra vez… HERMOSO, BELLO, MARAVILLOSO, FELIZ, TRIUNFO, AMOR” y el eco respondió exactamente lo mismo. La carita del niño cambió totalmente y su sonrisa apareció y le preguntó al papá “¿qué es esto?”, a lo que el padre le respondió: es la vida, mijito. Como los llames te contesta, dale lo mejor y la vida te responderá con lo mejor, dale lo peor y la vida te dará lo peor.

Esta historia me encanta y desde que la conocí la he repetido en algunas ocasiones con mis hijos y ahora estoy segura que la enseñanza les llegó. 

«Haz el bien sin mirar a quien», es una frase de Jesús que con sus palabras tenía tanta sabiduría, si la analizas es transformadora y si la practicas tus acciones se vuelven divinas, es decir, comparadas con nuestro Dios. Imagínate por un minuto que todos los seres humanos actuáramos así, solo por un minuto, el mundo en ese instante fuera el paraíso terrenal, por ese lapso de tiempo no existirían guerras, las farmacéuticas entregarían toda la información que tienen para curar las enfermedades que están acabado con la humanidad, no existiría el estrés y todos estaríamos concentrados en el bien común. ¡Wow! De solo pensarlo me estremezco de felicidad, ¿pero por qué no soñar? ¿Por qué pensar que es algo imposible? 

Piensa y sueña en que sí se puede y la forma más loable es empezar con tu ejemplo. Decreta «desde hoy voy hacer el bien sin mirar a quien, voy hacer el paladín que el mundo necesita, voy ayudar al necesitado». Entrega todo el amor para eso fuimos creados y es más, di: desde hoy voy hacer las manos de Dios. Por eso escribí Camino a la Gloria, mi misión es llegar al mayor número de personas, tocar su corazón con mis palabras y juntos hagamos de este mundo el lugar en que todos queremos vivir. 

Cómo te digo cada vez que termino de escribir algo tan hermoso como ahora, no es Martha la que te escribe, es mi alma que quiere que te unas a esta cruzada y que hagamos un mundo mejor lleno de personas valiosas, que soñemos que esto sí se puede, no permitas que te digan que es imposible, todas las maravillas que se han inventado ha nacido de soñadores como tú y yo, así que no tengas miedo que lo que nos espera es maravilloso, haciendo el bien sin mirar a quien… 

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